Atención a enfermos

En nuestra Parroquia hay un grupo de personas que dedican parte de su tiempo a visitar a otras personas que no pueden salir de su casa, bien por una enfermedad transitoria, bien por una enfermedad crónica, por estar impedidos, por edad avanzada, etc. Estas personas son cauce de comunicación entre ellos y la vida parroquial, y ofrecen su amistad, compañía, el consuelo de la fe… A este grupo les llamamos «visitadores de enfermos».

También están los «Ministros extraordinarios de la Comunión», que llevan la Sagrada Comunión a los enfermos a su casa, bien los jueves o bien los domingos de cada semana, puestos de acuerdo con ellos y sus familias.

De igual modo, los Sacerdotes están disponibles para visitarlos, y para ofrecerles, además del Sacramento de la Eucaristía, los así llamados «Sacramentos de curación»: el Sacramento de la Penitencia (Confesión) y el de la Unción de los enfermos. Es el Señor quien, a través de sus Sacramentos, con la gracia de su Espíritu Santo, acude en ayuda de aquellos que son miembros de su Cuerpo, especialmente de los que más sufren.

Es un consuelo pensar que, cuando el cristiano no puede ir a su Parroquia a recibir al Señor en la Eucaristía y en los Sacramentos, es la Parroquia la que puede llevárselo a su casa. Toda la comunidad parroquial participa de la preocupación por sus hermanos enfermos, ora con ellos, ora por ellos.

Pedimos, por favor, a los enfermos y a sus familias que nos avisen si se dan estas circunstancias, y poder así visitarlos, y compartir con ellos el consuelo y la fortaleza de la fe, la esperanza en Cristo resucitado.